viernes, 11 de marzo de 2011

Cuestión de perspectiva

Desayunando en un bar, a los pocos días de la entrada en vigor de la reforma de la ley, una compañera de trabajo hizo un comentario muy curioso: “¡Qué bien se está sin humo! Habrá a quien no le guste pero seguro que la gente también protestó cuando quitaron las escupideras de los bares.”
Hace unas semanas, Andrés Trapiello publicó un artículo titulado “Chivatos, listos e importantes”en el que hace una reflexión en ese sentido.
“Ha conocido uno una España en la que los hombres meaban con la mayor despreocupación a la luz del día y delante de todo el mundo…en unos años en los que la gente también esputaba sin cortapisa…en los recintos cerrados (juzgados, ministerios, hospitales, estaciones) había escupideras en todos los rincones y con una variedad portentosa de formas y estilos, a cada cual más artístico.” “Dentro de un tiempo habremos olvidado que se fumaba en los bares por lo mismo que nos resulta chocante en las películas antiguas ver a un médico fumando mientras pasa consulta. Lo probable es que en los países desarrollados cada vez se fume menos y que las tabacaleras inficionen a los países pobres donde puedan ellas todavía sobornar a los legisladores.”
Y tú, ¿qué opinas?

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